Depeche Mode: Entregado a
las Masas
Nunca impactaron por su imagen. Tampoco tienen
reputación como grupo "de culto". Sin embargo sus discos
son modernos e inteligentes. Depeche Mode es realmente
un grupo de los '80. Mientras cruzamos los dedos
esperando la edición local de su último trabajo, "Music
for the Masses", nos introducimos en los pensamientos de
estos intransigentes muchachos tecno.
Los Depeche Mode no tienen imagen, contrariamente al
Disney world ambulante que actualmente parece la escena
pop. Al contrario, Martin Gore, Dave Gahan, Alan Wilder
y Andy Fletcher pueden pasearse por las calles de
Londres sin ser asediados por fans histéricas ni
provocar ningún tipo de disturbios. Tampoco tienen
reputación. No son objeto de culto como lo puede ser un
David Gilmour y sus patéticos Floyd. Y aunque los que se
fascinan por las luminarias del pop no los admiren, los
que apoyan a la tradición rockera tampoco los quieren.
¿Y entonces? Entonces queda la música para explicar el
porqué de la supervivencia y esplendor de este peculiar
grupo.
Banda de buenos simples -sobre todo si se considera que
lanzó una recopilación de ellos antes de alcanzar el
verdadero suceso, o sea. prematuramente- Depeche se
reveló después de "Black Celebration" como un grupo
capaz de hacer muy buenos álbumes. Discos fáciles y
complejos a la vez, en donde se mezclan melodías
seductoras con una atípica búsqueda de sonidos. Son
discos modernos e inteligentes, francamente
contemporáneos desde la forma (electro-pop) hasta la
ideología (un vago realismo socialista, desaprensivo de
todos los viejos mitos del rockanroll). Cuando la
situación deviene decididamente mutante y absurda, y
mientras Madonna coquetea con Chirac, el primer ministro
francés, y Michael Jackson ' duerme en su carpa de
oxígeno. los Depeche Mode ganan porque son creíbles. Eso
los salva...
EQUILIBRIO Y CONTRASTES
Decorado: los estudios Punk. en Dinamarca. Un oasis High-Tech
en un campestre desierto: las consolas más modernas de
Europa, insoportable diseño nórdico de .una belleza casi
excesiva... Depeche Mode termina sus últimos remix y
filma, paralelamente, el clip de "Never Let Me Down
Again", bajo la dirección de Antón Corbijn, el tenebroso
socio de U2 en el Video. Vistos desde adentro, las
relaciones entre los cuatro Depeche parecen complejas y
por momentos antagónicas: un compositor que no se
interesa en las grabaciones (Martin Gore). un cantante
que no compone nada (David Granan): el grupo parece
encontrar su equilibrio en sus paradojas, contrastes y a
veces en su lucha de clases.
Alan Wilder: Cuando Martin termina de componer sus
canciones empieza a sufrir. Para él, quedarse en el
estudio es ante todo un oprobio, como una especie de
castigo. El prefiere mil veces estar de gira, salir todo
el tiempo... Aqui, el se siente como frustrado, para mi
es al revés. Cuando estoy en el estudio no tengo ganas
de hacer ninguna otra cosa más que grabar y mezclar.
Andy Fletcher: Nos dejamos encantar, a veces, por trucos
estúpidos, pero es parte de nuestro funcionamiento. Un
periodista alemán que estuvo unos días con nosotros
escribió luego que no podíamos entendernos, que ni
siquiera podíamos ponernos de acuerdo en los títulos de
los temas y que nos estábamos por separar:
-¿No es frustrante para un cantante no componer ninguna
canción?
David Gahan: No, no creo. A veces, los cantantes que
componen todos los temas se convierten rápidamente en
dictadores en el seno del grupo y terminan siendo
odiados por el resto. Ejemplos no faltan. Eso no ocurre
en Depeche Mode. Pueden existir tensiones, pero está
todo claro y no hay problemas de ego.
¿ARROGANTES O
PESIMISTAS?
-¿Qué significa "Music for the Masses"?
-Martin Gore: Entregar la música a las masas puede
parecer muy pretencioso. En algunos lugares el titulo
resulta arrogante. En Inglaterra, en cambio, lo
encuentran fuertemente sarcástico. ¿Quién puede osar
llamar a su disco "Music for ihe Masses"? Nadie, menos
que George Michael!
-Es menos lúgubre que el anterior, "Black Celebration..."
M.G.: A menudo nos reprochan por hacer canciones
pesimistas, yo diña que son más bien realistas. Hablamos
de la vida como realmente es. Eso es todo.
D.G.: Yo creo que "Music for the Masses" es un disco más
tónico, por una vez. Quiero decir, es verdad que
generalmente resultamos algo pesimistas. Por eso tampoco
somos muy exitosos. Cada disco que grabamos pensamos que
va a ser el último, sin embargo yo no puedo hacerme a la
idea de lo que seña yo sin el resto de la banda, por
ejemplo. No me puedo imaginar dentro de una rutina
normal, trabajando en un banco o en una revista. No
sería capaz,
A.F.: Yo soy aún más pesimista cuando veo a la prensa
inglesa. Nosotros no queremos sentirnos como un grupo
inglés, preterimos ser una banda europea. Mira lo que
pasó con un grupo como The Smiths: fueron famosísimos, y
nunca pararon de tocar, pero jamás salieron de
Inglaterra. Francia o Alemania, por ejemplo, son países
menos sectarios. Allí podes tocar en un mismo festival
con un grupo de reggae o de hard. En Estados Unidos lo
mismo.
-Mmmm... Me gustaría verlos en Texas...
A.F.: No me lo vas a creer, pero ya estuvimos allí y es
maravilloso, El público es increíble. En Houston tocamos
para seis mil personas y fue una verdadera sorpresa.
Pensábamos encontrarnos con un puñado de cowboys y, en
cambio, nos vinieron a ver un montón de chicos como
salidos de la era espacial. Bueno, la NASA no está
lejos...
ALGO VIEJOS
-¿Nunca tocaron para una sala vacía?
M.G.: Seguro, al comienzo. Una vez, en Londres, tocamos
delante de cinco personas. Bah, delante... En realidad,
estaban en el bar y ni se inmutaban. No estuvo tan mal,
al menos no se fueron.
-Un diario inglés, el "Sounds", para no nombrarlos, los
llamó los Dire Straits de los sintetizadores. Eso les
debe encantar ¿no?
M.G.: Enormemente... Pero no es del todo cierto. Hace
muchos años que estamos tocando y nos empezamos a sentir
algo viejos (risas). Preferimos definirnos como los
Status Quo de la generación sintética, o algo así. Si
antes éramos los neo-románticos ¿Por qué no?
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